¿A quien va dedicado este espacio?

Este espacio esta pensado para las familias que quieran disfrutar de la bicicleta.
Los niños son los protagonistas de estas rutas por toda la Comunidad de Madrid, especialmente diseñadas para ellos y con todos los datos necesarios para que el paseo sea divertido y, además, interesante y educativo.
Con estas rutas, los padres descubrirán junto a sus hijos rincones de la naturaleza y la cultura de la Comunidad de Madrid, pero sobre todo fabricarán y compartiran recuerdos de los buenos momentos que, seguro, pasarán.

martes, 18 de junio de 2013

UN REFUGIO OCULTO PARA LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS 2013

ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ

Hola amigos, GRACIAS Miguel (Migor) que halla por el año 2010 quiso que recorriéramos esta bella zona en una propuesta de rutas con encanto. Nos quiso presentar la ruta del cañón del río lobos, y por lo menos para mí se ha convertido en cita anual obligada, con esta es la tercera visita a la zona y he de decir que no defrauda... os dejo la visita del año pasado pinchando aquí 
 
Si tuvieramos que elegir un lugar que resumiese todo los enigmas que rodean a la leyenda de los templarios, este sería sin duda el cañón del río Lobos. Ningún otro es capaz de proporcionar al visitante esa sensación de soledad y de retiro como la ermita de San Bartolomé, ubicada en el paraje más pintoresco del barranco, un lugar idóneo para la meditación y la comprensión de los misterios esotéricos de una orden, que se trajo de Tierra Santa algo más que unas cuantas reliquias.

Interior de la ermita.

En la presente ruta visitaremos este parque natural, pero también algunos de los maravillosos rincones que la comarca de la Tierra del Burgo nos puede regalar, (que a día de hoy ya es un logro) y que encierran también numerosas sorpresas, probablemente más inesperadas por el continuo abandono de la provincia de Soria que no parece tener remedio.
La riqueza que acumulan algunos de sus pueblos es sólo comparable al desconocimiento que de ella se tiene, y eso que en este caso, vamos a conocer algunos de sus reclamos más renombrados.
 
Ucero, la Puerta del Cañón
 
Hasta llegar a la localidad de Ucero, nada hace pensar que unos pocos kilómetros después el terreno se va a quebrar, y de que forma... La inmensa planicie castellana acompaña al curso de la carretera que hemos tomado desde El Burgo de Osma. De repente, en un suspiro la tierra rojiza de los campos deja paso a la roca y aparece el pueblo, encabritado a lo largo del río del mismo nombre, y cuya fama por sus truchas y cangrejos trasciende fronteras.

 
Debemos comenzar visitando el centro de interpretación del parque, justo a la salida de Ucero, junto a la piscifactoría. Aquí nos van a explicar lo más interesante que debemos ver, nos informarán de las rutas senderistas más atractivas y demás posibilidades.

Entrando con las niñas al centro de interpretación.

 La clave para entender la formación del cañón reside en las propiedades de la piedra caliza, muy blanda y expuesta a la erosión del agua de ríos y torrentes, que han abierto profundas grietas en la tierra, filtrándose por doquier.



Como consecuencia de estas filtraciones se han originado multitud de cuevas en el curso del río Lobos, algunas de ellas de kilómetros de profundidad; si es nuestro deseo iniciarnos en la espeleología, podemos contratar en Ucero los servicios de varias empresas para conocer la cueva Palomera, una de las más interesantes.

Pero la mejor opción para adentrarnos por primera vez en las fauces del Lobos, es dejar tomar la pista forestal que sale a mano izquierda, dos kilómetros después del centro de interpretación.


A los pocos metros de tomar este ramal, se ha habilitado un aparcamiento junto al río donde podremos dejar nuestro vehículo, previo pago de una módica cantidad... hay la crisis!!

 
 El paisaje que nos rodea es encantador: el bosque de ribera se espera con la ayuda de olmos y fresnos, mientras que en las laderas más escarpadas aparecen las sabinas, justo hasta el límite de los roquedos.


La pista forestal, de trazado inconfundible, sigue ahora su curso por el fondo del cañón, brindando continuas panorámicas sobre los cortados, en los que resulta habitual observar el vuelo majestuosos de los buitres leonados que nos hacen más ameno el camino.

 
 
 
Los Templarios y la ermita de San Bartolomé

 
A los dos-tres kilómetros de nuestro inicio, llegamos a un ensanchamiento del cañón donde se encuentra la ermita de San Bartolomé, el destino de la mayoría de excursionistas, (en nuestro caso nuestro objetivo es el puente de los siete ojos),  junto a la gigantesca boca de la entrada a la cueva grande.


La ermita es un bello ejemplar del románico del siglo XIII, y aunque normalmente permanece cerrada al público, vale la pena admirar algunos de sus enigmáticos canecillos y relieves: barriles de vino, caras, lobos, cruces patadas.... Nosotros tuvimos suerte y pudimos acceder a ella para ver su interior, por un módico precio de 1 euro por adulto y niños gratis, una suerte que estuviera abierta!!




Un bello repertorio iconográfico, cuya más bella muestra es el rosetón de seis corazones entrelazados, que al parecer, presenta muchas similitudes con el símbolo judáico del Sello de Salomón, y que podría estar vinculado con la leyenda del Grial y con la orden de los caballeros Templarios.
Sobre San Bartolomé se ha hablado demasiado, en demasiados ámbitos; se ha dicho que se encuentra casi a la misma distancia de los cabos de Creus y de Finisterre, que una de sus ventanas está orientada a la constelación de Sagitario la noche de San Juan y que un rayo de luna ilumina esa misma noche una losa con un extraño símbolo en el suelo. Elementos todos sugerentes, propicios a dejar volar la imaginación y a relacionarlos con la mítica Orden, pero que no arrojan luz sobre el verdadero misterio de la ermita, que no es otro que las razones de su ubicación.
 
Sin duda este misterio no puede comprenderse sin la cueva que se abre en la misma pared de enfrente, y en la que muy probablemente, se celebraban rituales de carácter pagano desde tiempos prehistóricos.


Penetrar en su interior es altamente recomendable y asequible, pues la cueva no tiene más de 250 metros de profundidad, en la que nunca nos abandona la luz natural; su encanto reside más en la perspectiva que de la iglesia se tiene desde ella, que en sus propias formaciones geológicas.
No deja de ser curioso que muchas de las ermitas e iglesias medievales fueran levantadas en las proximidades de cuevas y simas, de entradas a un mundo subterráneo que sin duda serían objetos de elevación espiritual, recuerdos lejanos de un culto trasunto de la madre tierra, la mítica Gea, Hera griega o la Astarté fenicia. En cualquier caso, resulta complicado cual podía ser el interés de una orden de caballeros y monjes por una religión que, según la historia oficial, debía llevar siglos sepultada bajo tierra en la Península. Desde esta penumbra, mirando a través de la boca de la cueva, podemos imaginar el escaso conocimiento que tenemos de una época histórica oscura y enigmática, de la que seguimos desconociendo algunas de sus fascinantes notas, pero que nos arrastra y nos seduce de forma intensa e indefectible.

Podemos dedicar unos minutos en recrear nuestra visión del cañón subiendo a un pequeño mirador, desde el cual tendremos una bella panorámica del mismo, nosotros no quisimos desperdiciar el momento y se lo enseñamos a las niñas.


Y desde este punto seguimos el camino que por el fondo del cañón llega hasta el puente de los Siete Ojos, (nuestro objetivo) tras un recorrido de unos 14 kilómetros y que atraviesa algunos enclaves de solitaria belleza como la cueva negra.

 
Aquí empieza la verdadera ruta, un entorno fantástico donde las niñas disfrutaron del entorno, los senderos, los pasos del río y demás adversidades de la zona.
 
 
Fueron muchos los pasos por el río, pero quizás los mas detacables fueron estos...
 
 
 
 
Se terminaron las tonterías y se pasa a la acción!!
 
Ali con su bici nueva... menudo estreno ha tenido, no ha podido ser mejor!!
 
 
 
Noe con la bici de 26" en el terreno que le gusta!!
 

María haciendo lo que puede, sin suspension... se le dio mejor el regreso!! Toy mu orgulloso de mi heredera, llevaba tiempo sin montar y meterle en esta ruta...(no son mucho km, pero tiene su cosa en el mega sendero) lo hizo, y se lo paso bien!!
 
 
 

Arantxa observada por esas inmóviles caras viendo pasar la vida...
 
También tuvimos momentos críticos que se solventaron exitosamente.




 
 
Nuestra llegada al Puente de los Siete Ojos


Tristeza al ver que no teníamos agua y el baño merecido no iba a poder ser... pero los duendes templarios nos quisieron regalar un pequeño oasis en forma de fuente que nos hizo en un momento cambiar de opinión, refrescandonos con los botes de las bicis... y de que manera!!! jajaja. Gracias Duendes!!
 
 
 

El regreso lo hicimos por el mismo sendero... pa disfrutar el doble!! de este magnifico entorno.



Bueno por el mismo mismo, no, al llegar nuevamente a la ermita, no cruzamos el puente y continuamos recto por un sendero que sale a la derecha del puente, es fácil de rodar aunque en algún punto puntual hay que bajarse... pero merece la pena por conocer algo distinto y que os va a dejar justo en el parking del parque.




Una vez en el parking volvemos hacer el tramito inevitable de carreterita, que tampoco defrauda con esos colores de la tarde callendo el sol.


 
Para esta visita hemos utilizado los servicios del Camping del Río Lobos que ya conocíamos y cuya dueña, Elena, se porto con nosotros... pues como siempre que hemos estado, muuuu bien!! Os recomendamos que lo utiliceis, muy recomendable!!. El único pero es que nuestra perrita no nos pudo acompañar, ya que no admiten perros  :-(
 
 
Esta dotado de piscina (solo Julio y agosto) cancha de tenis, parque infantil y una zona de barbacoas... Espectacular!! Y sobre todo el cariño con el que somos tratados.
 
 


 
Para culminar la visita al parque natural, no debemos irnos sin subir con el coche hasta el mirador de la Galiana, unos tres kilómetros por encima de la entrada principal, desde el que disfrutaremos de una magnífica panorámica.
 
Mirador de la Galiana.
 
Las choperas resultan especialmente vistosas en otoño, vistas desde aquí, serpenteando de forma continúa entre los roquedos. Al otro lado del cañón, se distinguen también las maltrechas ruinas del castillo de Ucero, de romántica estampa, y que también ha sido atribuido a los templarios.
 

 
Desde este punto se obtienen además las mejores perspectivas para ver las aves y rapaces del parque.
 
Los puntitos son Buitres...
 
Datos del track.
 
 

 
Espero que os haya gustado la crónica, creo que sirve para haceros una idea de lo que os perdéis si no visitáis la zona. Con esta visita es la tercera y creo que no sera la ultima. Entre las tres...hay mucha diferencia y depende de la época en la que la visitéis, fuera como fuere, os recomiendo que la recorráis ya sea en bici o practicando senderismo.

Sin duda un muy buen fin de semana.

Cuidaros mucho.